
Ser rico o ser pobre tiene que ver con tus hábitos
Ser rico o ser pobre no es una cuestión de suerte, es un tema allegado a los hábitos de emplear el dinero que tienen las personas.
Esta aseveración no es para tomarla a la ligera, pero las conclusiones parte de un estudio realizado por Tom Corely para el portal Business Insider, después de 5 años de estudiar a 233 millonarios y a 128 personas en condición de pobreza.
Ser rico, ser pobre, ser exitoso, pertenecer a la clase media o no tener éxito en las finanzas está relacionado con los hábitos en el manejo de las fianzas personales.
Una de las peores prácticas que puedes llevar a cabo a la hora de gastar son las compras emocionales. Todas aquellos gastos que haces de manera impulsiva, pueden meterte en problemas de deuda, en el caso de usar tarjetas de crédito, si no mides tus compras.
Aún sin caer en problemas de deudas o meterte en los famosos MSI (Meses sin intereses), que probablemente lleven los intereses incluidos en el precio, cada gasto que haces por impulso reduce tus ahorros.
Las compras espontáneas también son un pésimo hábito. Si hay algo que quieras adquirir, tienes que tener un motivo para usar tu dinero. Usar el dinero para algo que puede producir algo después, es una inversión y te conviene. Si tu gasto será en algo que no te traerá ningún beneficio tangible, no te conviene.
Como propietarios de negocio, podemos replicar las estrategias de la grandes cadenas para poner artículos de impulso cerca de la caja del establecimiento. Desde el punto de vista comercial te ayudará a vender más, pruébalo, pero tienes que crear acciones que se lo hagan notar a la gente.
Como consumidor, debes de ser responsable con tu consumo, que no quiere decir que dejes de invertir en las cosas que te gustan: ropa, conciertos, paseos o convivencia familiar, pero hazlo de manera inteligente.