
¿Qué es el fraude alimentario?
El fraude alimentario es una estrategia muy antigua que se utiliza hasta la actualidad. Checa qué es y cómo nos afecta a los consumidores.
El fraude alimentario es una estrategia para engañar a las personas, costando miles de millones de dólares y grandes implicaciones para la salud. Checa más al respecto, a continuación.
¿En qué consiste?
El fraude alimentario consiste en falsificar el origen de los alimentos para el consumo, comenzando desde el origen del producto, hasta hacerlo pasar por algo diferente a la oferta inicial.
El daño al consumidor
Pueden efectuarse dos tipos de daño, el primero es en la salud del consumidor. Supongamos que venden unas fresas “importadas” desde Australia, cuando en realidad fueron producidas en Guanajuato. Si las fresas no son de buena calidad, la salud del comprador se verá afectada. El segundo tipo de daño es económico, ya que el prestigiado producto se vendería a un precio mucho más caro de lo que realmente es.
Las pérdidas
El fraude alimentario representa pérdidas de casi 50 mil millones de dólares al año. A nivel global, el aceite de oliva es el producto más vulnerable para ser falsificado, debido a que se utiliza extracto de pulpa de oliva, el cual se vende como aceite extra virgen. Otros alimentos altamente falsificados e ilegales en la industria son las bebidas, los pescados y los mariscos.
La lista negra
Estos son los alimentos más contaminados, falsificados o adulterados:
– Caracoles “franceses”
– Melamina en fórmulas infantiles
– Tilapia (sustituyendo al huachinango)
– Falsos alimentos orgánicos
– Salmón salvaje
– Vainilla pura (suele sustituirse por extracto de sarrapia)
– Filetes Kobe (se utiliza cualquier clase)
– Aceite de oliva extra virgen (se utiliza aceite de cualquier origen)
– Destilados como tequila, whiskey o vodka.
¿Cómo ayudar?
Como consumidores, es difícil ayudar a detener el fraude alimentario, aunque existen asociaciones que trabajan en conjunto con los gobiernos de cada país, es casi imposible saber el origen real de la comida que compramos. No hay mejor recomendación que fijarnos bien en la comida que compramos, intentar comprar con los productores locales y apoyar siempre al canal tradicional.